El tamaño sí importa, al menos en decoración, pero no tanto como una dificultad insuperable, sino por todo lo contrario. Tener un dormitorio, una cocina o un salón pequeño no es inconveniente para que sea práctico y a la vez ¡De revista! Solo hay que saber darle “cariñitos” para que su falta de espacio no se convierta en un problema. Hoy os dejaremos 7 ejemplos de salones pequeñitos que no tienen ningún complejo con su tamaño, al revés, presumen de lo enanos que son. Ya verás como vas a pillar un montón de ideas.
Adiós muros, ¡hola, vidrio!
Los muros de vidrio y hierro (o metal) sea han puesto de moda. Los hemos visto en cocinas, pasillos o dormitorios. Pero también en espacios como el de la fotografía. Este salón-comedor ni siquiera tiene puerta de acceso, un muro actuaba como elemento divisorio con el hall, pero lo dejaba ¡A ciegas! De ahí que se decidieran por esta solución intermedia. Ahora el salón tiene la intimidad, y el hall más luz natural. Podéis usar soluciones parecidas también a modo de puertas correderas, ventanas plegables o en acordeón, incluso paneles abatibles… Y si el hierro te resulta muy frío, siempre puedes sumar grados con una estructura de madera.
Estanterías ¡sin fondo!
Otro de los recursos más sencillos para ganar estilo en el salón y a la vez darle intimidad o hacerlo más decorativo son las estanterías. Si las usas sin trasera, se podrán usar por ambos lados. Desde modelos de madera, hasta otros de pladur o de tubos de cobre. Un diseño a medida como el de la fotografía es más seguro que uno exento porque va sujeto al techo y al suelo, eso sí, si tienes niños trepadores, mejor no pongas estantes en la parte de abajo.
OSB una alternativa sostenible
Los tableros de virutas de madera se están haciendo hueco no sólo como material de construcción sino como elemento decorativo. Son un magnífico aislante tanto acústico, como térmico, y mucho más ligeros que la madera, por eso cada vez se utilizan más para hacer muebles de todo tipo, puertas o incluso armarios o escaleras. El salón de la foto además de chiquitito comparte espacio con la cocina, un vestidor y hasta un dormitorio en las alturas. Un buen interiorismo ha sabido darle a cada material y cada mueble un valor especial. Fíjate en los muebles 2×1 (como el mueble a media altura sobre el que descansa la chaise longue del sofá), la calidez de su pavimento de madera, y por supuesto, la versatilidad del OSB en el altillo, la estructura del vestidor o la barra de la cocina. Y encima es un material sostenible ¿Qué mas se le puede pedir?